El Estado

Yo le llamo estado al lugar en donde todos se envenenan, asi sean buenos o malos. En el estado se pierden todos, los buenos y los malos, y ahi le llaman «vida» al lento suicidio de todos. Observen bien a esa gente que esta de mas, ellos roban las obras de los que inventan  cosas y los tesoros de los sabios, y a esos delitos les llaman «cultura». A ellos todo les parece enfermedad y achaque. Observen bien a esa gente que esta de mas; ellos acumulan riquezas y de ese modo se empobrecen; ellos quieren poder, y por sobre todas las cosas desean esa palanca del poder que es el dinero, a pesar de que ellos son insolventes. ¡Miren como trepan esos monos! Van por todos lados, trepando y atropellándose entre si, pero en realidad van hundiendose en el fango y en las profundidades. Todos ellos luchan por alcanzar el trono; su locura consiste en creer que la felicidad esta en aposentarse en el trono; aunque muchas veces es fango lo que hay en el trono, y muchas otras veces el trono se asienta presisamente en el fango. Todos esos monos trepadores son locos y fanaticos. Su idolo es el monstruo helado que despide un olor nauseabundo, y ese olor alcanza a todos los que le rinden culto.